Educación premiará con becas escolares a los mejores alumnos

 

La Conselleria evaluará en 20 colegios la efectividad del plan contra el fracaso escolar antes de su implantación

La revisión de los criterios para optar a las ayudas que dependen de la Conselleria de Educación, que quiere tener en cuenta la renta familiar a la hora de aprobar su reparto, incluirá otra novedad que busca reconocer el esfuerzo de los alumnos.

La consellera María José Catalá anunció ayer que aquellos que hayan conseguido los Premios Extraordinarios de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria durante el presente curso tendrán la posibilidad de beneficiarse de la cuantía máxima de las ayudas independientemente de los ingresos del hogar.

De momento la medida afectará al bono libro, la subvención pública que permite reducir el coste del material escolar en Primaria y ESO, si bien desde Educación se estudia la posibilidad de ampliarla al comedor escolar. En el caso del transporte, pensado para alumnos que residen a determinada distancia del centro asignado, parece más improbable su aplicación. Tampoco afectará al bono infantil, la ayuda para financiar la escolarización de los niños con edades entre cero y tres años.

Catalá abogó por la importancia de «valorar el esfuerzo» de los estudiantes y destacó su intención de que «algunas ayudas vuelvan a regirse por el rendimiento académico, como la beca tradicional». Con las distinciones, que cada año se conceden a 200 alumnos propuestos por los centros, se reconoce a los estudiantes excelentes. Para hacerse una idea, es necesario tener una nota media superior al 9,25 durante los diferentes cursos de la etapa.

La consellera también avanzó algunas de las novedades derivadas de la inclusión de la renta en la adjudicación del bono libro, como la creación de un baremo que permita a los solicitantes acceder a diferentes porcentajes de la ayuda. Se habla de un 30%, un 70% y un 100% en función de la situación familiar.

Catalá recordó que el criterio económico también se valorará en el reparto del bono infantil. La previsión es llegar a 50.000 beneficiarios en los próximos años, cuando en la actualidad se distribuye entre 35.000 familias. Eso sí, reducir la cuantía de la ayuda puede suponer que la diferencia se repercuta en el precio final que pagan las familias. Hasta este curso el bono es universal y se concede a las escuelas por cada alumno matriculado.

La consellera recordó ayer que en el curso 2004-05 se daban entre 40 y 45 euros, mientras que actualmente se pueden alcanzar los 164, «pues se hizo un esfuerzo importante porque la situación económica era propicia». En cambio, ahora, «nada será lo mismo porque las cosas han cambiado».

 

Diagnóstico precoz. A través de convenios con Sanidad, Bienestar Social y ayuntamientos se quiere detectar desde Infantil a aquellos alumnos con riesgo de fracasar, ya sea por su situación social, física o por presentar problemas de aprendizaje.

Contratos y permisos. Se firmarán contratos programa con los centros para combatir el fracaso escolar y se trabaja en la creación de un permiso laboral que facilite a las familias la asistencia a las tutorías.

La renta contará para acceder al bonolibro y a la ayuda para la escolarización infantil

La revisión de los criterios para optar a las ayudas que dependen de la Conselleria de Educación, que quiere tener en cuenta la renta familiar a la hora de aprobar su reparto, incluirá otra novedad que busca reconocer el esfuerzo de los alumnos.

La consellera María José Catalá anunció ayer que aquellos que hayan conseguido los Premios Extraordinarios de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria durante el presente curso tendrán la posibilidad de beneficiarse de la cuantía máxima de las ayudas independientemente de los ingresos del hogar.

De momento la medida afectará al bono libro, la subvención pública que permite reducir el coste del material escolar en Primaria y ESO, si bien desde Educación se estudia la posibilidad de ampliarla al comedor escolar. En el caso del transporte, pensado para alumnos que residen a determinada distancia del centro asignado, parece más improbable su aplicación. Tampoco afectará al bono infantil, la ayuda para financiar la escolarización de los niños con edades entre cero y tres años.

Catalá abogó por la importancia de «valorar el esfuerzo» de los estudiantes y destacó su intención de que «algunas ayudas vuelvan a regirse por el rendimiento académico, como la beca tradicional». Con las distinciones, que cada año se conceden a 200 alumnos propuestos por los centros, se reconoce a los estudiantes excelentes. Para hacerse una idea, es necesario tener una nota media superior al 9,25 durante los diferentes cursos de la etapa.

La consellera también avanzó algunas de las novedades derivadas de la inclusión de la renta en la adjudicación del bono libro, como la creación de un baremo que permita a los solicitantes acceder a diferentes porcentajes de la ayuda. Se habla de un 30%, un 70% y un 100% en función de la situación familiar.

Catalá recordó que el criterio económico también se valorará en el reparto del bono infantil. La previsión es llegar a 50.000 beneficiarios en los próximos años, cuando en la actualidad se distribuye entre 35.000 familias. Eso sí, reducir la cuantía de la ayuda puede suponer que la diferencia se repercuta en el precio final que pagan las familias. Hasta este curso el bono es universal y se concede a las escuelas por cada alumno matriculado.

La consellera recordó ayer que en el curso 2004-05 se daban entre 40 y 45 euros, mientras que actualmente se pueden alcanzar los 164, «pues se hizo un esfuerzo importante porque la situación económica era propicia». En cambio, ahora, «nada será lo mismo porque las cosas han cambiado».

Fracaso escolar

Por otro lado, la máxima responsable del departamento dio a conocer los últimos pasos dados en el plan de choque contra el fracaso escolar. Explicó que se va a realizar un proyecto experimental con 20 centros valencianos en los que se aplicarán diferentes medidas con el objetivo de valorar su viabilidad. Además, a través de una evaluación posterior con los equipos docentes de los colegios participantes se podrán detectar necesidades que no figuren en el documento.

La consellera recordó algunas de las medidas del plan, como un diagnóstico precoz para detectar en las primeras etapas educativas a aquellos alumnos con más riesgo de abandonar las aulas, la creación de una autorización que permita a los padres acudir a las tutorías, el establecimiento de contratos programa con los centros, la posibilidad de dar autonomía pedagógica a los mismos o facilitar la formación del docente en nuevas tecnologías e idiomas.

Educación negociará el aumento de una hora lectiva con los docentes

 

Las ayudas para la compra de libros serán en función de la renta y premiará las mejores notas

Catalá: «Tendremos que volver a las becas de toda la vida y premiar el resultado académico”

“Nada va a ser lo que era, porque las cosas han cambiado”. Con esta declaración de principios se presentó el jueves, por primera vez ante los medios de comunicación, la nueva consejera de Educación, Formación y Empleo, María José Catalá. Sin negar los problemas de tesorería de la Generalitat, que en diciembre entró en barrena y tuvo que suspender el pago de los gastos de funcionamiento de último cuatrimestre de 2011 a los 2.500 centros educativos públicos y privados, Catalá presentó una serie de cambios que acaban con el sistema de “ayudas universales” en educación. Ahora quedan vinculadas “primero a la renta” y, en la medida de lo posible, al rendimiento académico. También confirmó que abrirá negociación con los sindicatos para incrementar, al menos una hora lectiva, a los docentes.

“El crecimiento vegetativo de alumnos para el próximo curso requiere de unos mil profesores. Habrá que redistribuir horarios”, confirmó Catalá, siguiendo el modelo implantado ya en Madrid. Cubrir el horario lectivo de 1.000 profesores significa un aumento de “al menos una hora lectiva más”, asumió.

Respecto a la redistribución de las ayudas escolares, la nueva consejera fue tajante. “Tendremos que volver a las becas de toda la vida, que premiaban el resultado académico”. Dentro del objetivo de premiar el esfuerzo académico, Educación establecerá a final del trimestre una orden nueva, en que se regula el fin de las ayudas al 100% para los libros de texto de los 400.000 escolares de Primaria y Secundaria, que cuestan cada curso 49 millones.

Según esbozó Catalán, el nuevo sistema de ayudas de libro de texto “primará principalmente los criterios de renta” y se introduce como “novedad” el reconocimiento del rendimiento académico. La cuantía de la ayuda al libro a partir del próximo curso podrá ser del 100% para las rentas más bajas y de entre el 70% y 40, según los intervalos de renta familiar per cápita.

El bono infantil también se revisará en función de la renta familiar

Por motivos académicos, el alumnado que haya obtenido en el curso 2010-2011 los Premios Extraordinarios de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria tendrá derecho a la beca completa, pero solo en las ayudas al libro. La medida busca motivar tanto a los alumnos para que se superen y obtengan los mejores expedientes, como que las familias se impliquen más en el proceso educativo, subrayó Catalá.
En el caso de otras ayudas sociales como las becas de comedor o transporte, la aplicación de criterios académicos está solo “en fase de estudio”. El encaje jurídico es más complejo, según técnicos de la propia Administración, debido a que las ayudas al transporte para alumnos que se desplazan de sus poblaciones o urbanizaciones van automáticamente vinculadas a las ayudas al comedor. El premio al estudio aquí es más difícil de baremar. La consejería solo tiene claro que “en el transporte se seguirá beneficiando a los alumnos que legalmente tiene derecho a dicha prestación por su lugar de residencia”.
El bono infantil que se reparte en las escuelas infantiles también se revisará en función de las rentas. E incluso se estudia la posibilidad de que las ayudas lleguen “directas” a las familias, en época de crisis, como ocurre en otras comunidades autónomas. Con la fórmula actual, Educación entrega 160 euros a cada guardería por niño matriculado, pero la bonificación apenas llega a los bolsillos, ya que las empresas usan el bono para pagar al personal, en una especie de concierto encubierto.

Plan contra el fracaso escolar

El plan estrella para combatir el fracaso escolar en una comunidad como la valenciana con una tasa del 37% por curso, muy superior a la media nacional, se quedará, de momento, en un plan piloto en 19 centros escolares. Los ingredientes del plan se basan, fundamentalmente, en un “cambio de metodología y organización de las clases” y en la “detección precoz” de las necesidades educativas de los niños con problemas de aprendizaje. Para ello, recurrirá a convenios con las Consejerías de Sanidad, Justicia y Bienestar Social. El resto, dependerá del voluntariado de cada profesor y centro.

La formación en inglés, a través de grupos organizados para profesores en las Escuelas Oficiales de Idiomas, forma parte de la guinda.
La Consejería de Educación aprovechará también los “contratos-programa” que el exministro de Educación Ángel Gabilondo introdujo en el sistema educativo español para captar recursos. El próximo curso, el ministerio ha autorizado cinco millones para la Comunidad Valenciana para estos programas y la Generalitat tendrá que poner otros cinco.

El contrato-programa es una fórmula mediante la cual cada equipo directivo se fija unos objetivos para combatir el fracaso académico, el abandono escolar o superar su excelencia, en función del contexto socioeconómico del centro.

“Esto es la presentación de la última fase del plan de choque. El plan no está cerrado”, advirtió la consejera María José Catalá. Educación ha recibido más de 300 propuestas de padres, directores, sindicatos y patronales en las que “hay una coincidencia del 94%”. “El curso que viene se empezará por un pilotaje y se evaluará su aplicación al final”, antes de dar ningún paso más.

“La implicación de las familias es clave en la reducción del fracaso”, dijo Catalá que busca un convenio con la patronal valenciana para permitir que los padres participen en “tutorías”.

 

Vecinos de Castellar abuchean a Barberá por los recortes en educación

«Es francamente divertido que personas que no son ni del barrio piten porque no quieren inversiones como la nueva alcaldía», asegura la edil
En ocasiones, ni se escuchaba a la alcaldesa de Valencia, Rita Barerá. De tal intensidad era la pitada con que un grupo de vecinos de Castellar recibió ayer a la primera edil en la visita, junto a la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig, y al concejal de Pedanías, Vicente Aleixandre, a la futura alcaldía de Castellar para poner la primera piedra. La Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) de Castellar-Oliveral desplegó una pancarta a favor de la enseñanza pública y en contra de los recortes en la que se podía leer: «AMPA Castellar-Oliveral en defensa de la escuela pública, no a los recortes». (VER VÍDEO)
Los gritos de «Més educació i menos corrupció» se escucharon durante todo el acto, así como los pitos y los abucheos, sofocados en parte por los aplausos de otro grupo numeroso de vecinos que acompañó a Barberá, Bonig y Aleixandre. Otra vecina portaba y golpeaba una bandeja de metal en la que había pegado una cartulina en la que se podía leer «Atrévete, pasea por la pedanía, toma nota». Todo el incidente quedó grabado en video por un asesor de Compromís en el ayuntamiento, Giuseppe Grezzi, que había acudido «a presenciar el acto».

Tras colocar la primera piedra, Barberá consideró «francamente divertido» que algunas personas que «no son ni siquiera de este barrio estén pitando porque quieren que no haya inversiones». «Cuando los ciudadanos quieren que haya, algunos que ni siquiera viven aquí vienen a pitar para que no haya inversiones. Es francamente ridículo aunque están en su libertad de seguir haciendo el ridículo», dijo la primera edil. La consellera se refirió a ellos y comentó que en su etapa como alcaldesa de la Vall d’Uixó también recibió pitadas: «A pesar de estas protestas en las elecciones ganaba por mayoría absoluta».

Nueva alcaldía
Barberá acudió a Castellar a poner la primera piedra de la futura alcaldía de la pedanía, que estará terminada en 13 meses y utilizará energía geotérmica para la climatización del edificio. La alcaldía costará 3.617.983,50 euros, dentro del Plan Confanza. El edificio contará con centro sanitario, Policía Local, Guardería Rural, centro de actividades para personas mayores, la propia alcaldía, salas para las asociaciones y Universidad Popular. Es la decimosexta alcaldía construida en las pedanías de Valencia.

Los alumnos con mejores notas tendrán libros, comedor y transporte más baratos

La consellera afirma que «nada va a ser lo que era» porque el bono infantil se destinará a quienes «más lo necesiten»
Al criterio de renta familiar se unirá el de rendimiento académico de los alumnos -aunque se fijará a partir de un tope de ingresos- en el baremo para conceder las ayudas escolares en la Comunitat Valenciana. El «café para todos» o la gratuidad generalizada se deja a un lado para subvencionar a los padres que «más lo necesiten», según indicó ayer la nueva consellera de Educación, María José Catalá, durante un desayuno informativo con los periodistas, acompañada por la directora general de Calidad Educativa, Beatriz Gascó.

La titular de este departamento subrayó que la reforma de la orden sobre ayudas: bonos para libros de texto o infantil, transporte y comedor escolar se está ultimando con la novedad de que la renta y las buenas notas -con la excepción de Infantil en este concepto concreto- de los alumnos serán determinantes para beneficiar a unos u otros.

En concreto, en el nuevo sistema de ayudas de libro de texto la cuantía podrá ser del cien por ciento, del 70 % o del 40 %, según los intervalos de renta familiar per cápita, aunque se establecerán excepciones a la regla general, matizó después la misma conselleria en un comunicado.
Por motivos académicos se beneficiará del 100 % de la ayuda el alumnado que haya obtenido, en el curso académico 2010-11, los Premios Extraordinarios de educación Primaria o de Educación Secundaria Obligatoria. Es un medida que «pretende reconocer el esfuerzo y el mérito de los estudiantes distinguidos» añadió.

En las otras ayudas sociales, como comedor o transporte, la aplicación del criterio académico está en estudio, según esta nota. No obstante, en el caso del primero de los servicios citados también está en discusión el poder añadir a los criterios socioeconómico algunos académicos para mejorar la motivación de alumnos y familia en el proceso educativo.

En cuanto al transporte, se seguirá beneficiando a los alumnos por su lugar de residencia, pero también los criterios están en revisión.
«Nada va a ser lo que era porque las cosas han cambiado» afirmó Catalá al referirse al bono Infantil, a cuyas guarderías se les debe los nueve millones de euros correspondientes a este curso, como recordaron propietarios y padres ayer mismo en una protesta a las puertas de la conselleria.

De hecho, la responsable de Educación recordó que en el curso 2004-05 la ayuda por el bono infantil era de 40-45 euros, mientras que en la actualidad ha subido a 160. «Se mantiene esta prestación pero para ayudar a las familias que más lo necesitan porque también puede ser que pasemos de 35.000 a 50.000 usuarios «.

María José Catalá insistió en el «cambio de actitud, de filosofía, porque ahora se premiará el valor del esfuerzo, se premiará al alumno con el mayor rendimiento y puede que volvamos a las becas de toda la vida».

En este contexto, la conselleria ha puesto en marcha un plan de pilotaje en veinte centros para aplicar las nuevas medidas contra el fracaso escolar que se extenderán el curso próximo. En total, de las más de 300 propuestas de los diferentes colectivos educativos, se han recogido el 94 %. «Pretendemos que sea como un guante que se adapte a las necesidades de centros y alumnos» comentó.

La base de este plan contra el fracaso escolar está en la atención personalizada para el alumno y el diagnóstico precoz a pesar del momento económico que se vive, en la que la autonomía pedagógica, la autoridad docente y los directores de los centros son los pilares además de los contrato programas para cumplir objetivos y la formación docente. «Hay que intentar dar los mayores recursos a los estudiantes que precisan mayor atención específica» resaltó.

Los padres de los estudiantes es la otra base, para lo cual se negocia con el sector empresarial la posibilidad de conceder permisos laborales «puntuales» para que las familias puedan acudir a las tutorías de sus hijos.
Sobre el panorama de recortes y retrasos en los pagos, Catalá señaló que se trabaja en un calendario. De las protestas, explicó que la actitud de la conselleria «no es de represalia». En cualquier caso, aseveró: «No podemos perder un curso» y, aunque reconoce que «la situación es complicada» añadió que «no nos podemos quedar parados».

FAPA-València considera una discriminación que se incluya el rendimiento académico del alumnado en el baremo de las ayudas

Para la Federación de padres y madres de alumnos es deplorable que según la Conselleria sólo los “los listos” tengan beca de comedor, transporte y libros.
La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA-València) ha valorado negativamente el comunicado de la Consellera de Educación, Mª José Catalá, de incluir el criterio de rendimiento académico en el baremos de las ayudas de forma que los alumnos que mejores notas obtengan serán los que se beneficien de las becas de comedor, transporte y ayudas para libros. La presidenta de FAPA-València, Mª José Navarro, considera que estamos ante una “ocurrencia heredada” de otros ex conselleres de Educación que sólo tiene como finalidad degradar y desmoronar la enseñanza pública y universal por la que poco apuesta el gobierno valenciano y que desde luego va a levantar ampollas en las asociaciones de padres y madres. “Quiere decir la Consellera que sólo los “listos” pueden comer en un comedor escolar, pueden desplazarse al colegio donde les ha tocado porque no hay plaza en el que han elegido gracias a la beca de transporte, pueden comprar los libros de texto gracias a un bono de ayuda, etc. y los que no ¿deben abandonar el sistema educativo público por qué no tienen recursos o deben pagar para poder acceder?, denuncia Mª José Navarro.
La presidenta de la federación le recuerda a la Consellera que existen alumnos con necesidades educativas especiales y con adaptaciones curriculares en muchos centros públicos y que se merecen las ayudas tanto o más que los demás.
La federación de padres alerta de nuevo que por culpa de la crisis, la gratuidad generalizada que suponía hasta el momento que el bono libro llegara a todos los alumnos por igual y que aunque no aseguraba la gratuidad real al menos cubría una parte de la adquisición de libros de texto por parte de los padres.
FAPA-València recuerda que en plena campaña electoral de 2007 el bono libro llegaba como la gran apuesta del gobierno valenciano por la escuela pública y poco a poco se ha ido reduciendo su cuantía hasta llegar a no cubrir ni una tercera parte de lo que cuestan los libros de texto a las familias.
Mª José Navarro le recuerda a la Consellera de Educación que es un atrevimiento modificar baremos de las próximas ayudas sin haber pagado todo lo que le debe a la escuela pública, las becas de comedor, de secundaria, los gastos de mantenimiento de los centros, etc , y todavía no lo ha hecho.
Así mismo le ha instado a que tome nota del informe de la OCDE “Equidad y calidad de la educación” entre cuyas recomendaciones a los gobiernos se cita la necesidad de invertir más en educación como solución a largo plazo de la crisis económica, ante el coste que tiene para la sociedad y los individuos el fracaso escolar de sus estudiantes.

Valencia, 10 de febrero de 2012